!Hola!
Me llamo Marc, tengo 10 años y, desde hace un tiempo, tomo un medicamento anticoagulante que se llama acenocumarol o sintrom y esto es una prueba. ¿A ti también te lo ha recetado el médico? ¿O te ha dado uno que se llama warfarina o aldocumar? Te preguntarás para qué sirve y por qué lo tienes que tomar. Déjame que te explique…
Cuando nos caemos y hacemos una herida, nuestro cuerpo reacciona inmediatamente para que perdamos la menor cantidad de sangre posible.
Lo mejor es que, antes de nada, conozca a algunas de las células que recorren nuestra sangre y que nos ayudan a estar sanos...
Como ves, las plaquetas tienen la misión de protegernos cuando nos hacemos una herida y, cuando eso pasa, corren en seguida a taponarla. Construyen una especie de muro para que la sangre no pueda salir...
Para ello cuentan la ayuda de la fibrina, una especie de red o malla que nuestro organismo produce para mantener el tapón de la herida firme. Eso, y otras muchas más cosas, es lo que pasa bajo nuestra piel cuando ves que se forma una costra...
Pues bien, los niños que tomamos medicamentos anticoagulantes lo hacemos porque nuestras plaquetas y fibrina a veces se equivocan y crean tapones o coágulos en lugares de nuestro cuerpo que no toca, aunque no nos hayamos hecho ninguna herida..
¿Qué hace el medicamento anticoagulante?
Evita que las plaquetas y la fibrina corran a crear tapones sin motivo.
Y lo consigue inactivando la vitamina K. Esta vitamina, que está presente en muchos de los alimentos que tomamos, es buena para nuestro organismo. Nos ayuda a mantener los huesos fuertes y a formar los coágulos que taponan nuestras heridas, pero en exceso puede causar problemas porque puede ayudar a la fibrina a crear tapones en las venas y no dejar circular la sangre.
[TRATAMIENTO]: ¿Qué hace el médico para mantener la fibrina a raya?
El médico nos hace controles muy a menudo para saber qué cantidad de medicamento tenemos que tomar para que la fibrina no se descontrole. Porque cada niño necesita una dosis diferente…
Estos controles consisten en hacerte una análisis de sangre o un pequeño pinchazo en un dedo para sacar unas gotas de sangre y analizarlas. De esta manera calculan el IRN, que es el tiempo que tarda en formarse un coágulo dentro de nuestra sangre.
Si tardas muy poco, el médico te aumentará la cantidad de medicamento porque quiere decir que la fibrina todavía está un poco descontrolada.... Si tardas mucho, te la reducirá porque el medicamento la ha atontado demasiado... Así de sencillo.
Al principio tenía que venir al Hospital a hacerme estos controles. Quizás tú también tengas que hacerlo. Pero ahora ya no vengo porque hemos aprendido como medirme el IRN con un aparato que se llama coagulómetro y que tenemos en casa.
[PREVENCIÓN]: ¿Qué cuidados debes tomar?
Es importante que avises a tus padres si te sangra la nariz, o descubres sangre en el cepillo después de lavarte los dientes, o en la caca o en el pipí. También si te salen morados en el cuerpo sin haberte dado ningún golpe. No te preocupes. No es nada grave pero son señales que permiten al doctor y a tus padres ajustarte mejor la medicación.
También es importante que sigas los siguientes consejos:
- Si tomas un medicamento anticoagulante, hazlo siempre a la misma hora. Si a tus padres se les olvida un día, ¡recuérdaselo! Ellos te darán la dosis que te toca.
- Para no olvidarte nunca, cuelga en la cocina de casa o de tu habitación la hoja de la pauta que te han dado en el Hospital y ves poniendo una X en cada día que te tomes el medicamento. También puedes proponer a tus padres que programen una alerta en el teléfono móvil para que os avise.
- Si vomitas poco después de haber tomado el fármaco, díselo a tus padres. Ellos sabrán qué hacer.
- Si te haces daño en el colegio o cuando tus padres no están y te tienen que curar, informa siempre a quien te cure que tomas anticoagulantes.
- Come de todo pero sin pasarte.
- Haz deporte pero evita aquellos en los que puedas caer o darte golpes fácilmente. Puedes nadar, correr e ir en bici pero siempre en caminos llanos donde tengas menos riesgo de caerte al suelo.
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